5 de febrero de 2011

Presentación y cata de The Glenrothes single malt

Una de las cosas que más mola de trabajar con distinta gente de la industria de bebidas es que con el paso del tiempo, siguen sucediendo cosas de un lado y del otro. Y de pronto nos encontramos con invitaciones a asistir a eventos como la presentación de The Glenrothes Single Malt Whisky (Speyside), sin tener que estar trabajando en un bar que les compre muchas cajas.

El jueves pasado —3 de enero 2011—, Carolina Gómez, ex-bartender del equipo de O'Clock y actual embajadora de la marca en nuestro país, nos guió con gracia a través de una cata y explicación de algunos detalles concernientes a este fantástico whisky y sus Vintage.

Total, que oficialmente y en la mesa con todos, probamos el Vintage 1998, Vintage 1991, Vintage 1987 y Select Reserve (una mezcla de las añadas más significativas de la casa). Luego, de manera más informal, probamos el Vintage 1975 (del que solo existen 3.708 botellas en el mundo y solamente 200 de ellas en España). Todos ellos embotellados a 43 % abv. Y otra cosa que me encantó fue uno de los cócteles que preparó Antonio Aranda. Los tres que probé estaban muy buenos, pero uno en particular, me pareció tremendo y dije "a partir de hoy me gustan más los cócteles de scotch whisky" (aparte de la corriente clásica, quiero decir). Esperamos poder poner la receta de este "Exotic Reserve" en breve, pero básicamente era un equilibrio fantástico entre el whisky de malta (sin notas ahumadas de turba, viniendo de Speyside), manzana roja —¿Royal Gala?— y canela... ¡Felicidades, Antonio!

Parece que efectivamente, como Carolina dice y fomenta, crece el sector consumidor de whisky de calidad: “Tan solo un 10% de la población mundial es consumidora de whisky de malta aunque, poco a poco, el número de personas aficionadas a este tipo de bebidas aumenta". Por lo visto, en España, el aumento más curioso de interés por este destilado viene desde el público femenino, cosa curiosa.

Ella sugiere que, quien no sea un consumidor habitual de maltas y quiera empezar, lo haga con un The Glenrothes Vintage 1991. "... Sus aromas a frutas del bosque, vainilla y chocolate blanco, así como su cremoso y suave paladar maduro con toques de coco y mantequilla, permiten dejarse envolver por este Vintage muy fácilmente”.

Acerca de cómo determinar el grado de madurez de un whisky, comenta que “el color es un distintivo de edad, pero un whisky de muchos años puede no ser maduro y eso se aprecia en el paladar por los toques de hierbas". The Glenrothes es embotellado cuando su whisky maker considera que ha llegado a su punto óptimo de maduración y no tras un tiempo predeterminado, de modo que sus aromas no queden a merced de las variaciones climatológicas, sino controlados por el deseo de su elaborador y su nariz, que pretende dar consistencia en todas las botellas.

La gira de presentación empezó en Barcelona, pasando por Madrid y seguirá rumbo a Bilbao, Valencia, Vigo, Oviedo Lérida, Gerona, Zaragoza y Santander, hasta finales de marzo de este año.

A continuación os dejo unas notas de cata consensuadas (no tanto mías personales): 

VINTAGE 1998
Color: dorado medio, claro y brillante.
Aroma: suntuosa vainilla ligeramente picante, melaza y limoncillo.
Paladar: suave, maduro, dulce vainilla con toques de canela.
Final: largo, aterciopelado, intensa vainilla.


VINTAGE 1991
Color: Dorado otoñal, claro y brillante.
Aroma: Rico y maduro, frutas del bosque, vainilla y chocolate blanco.
Paladar: Suave y maduro, coco, vainilla y mantequilla dulce.
Final: Largo y dulce, con notas de vainilla.

VINTAGE 1987
Color: dorado pálido, claro y brillante.
Aroma: afrutado, con toque de uvas con notas de jerez, roble americano y crema de coco.
Paladar: pleno, aterciopelado, con toques de cáscara de naranja.
Final: maduro y largo.

VINTAGE 1975
Color: dorado intenso, nítido y brillante.
Aroma: vainilla, nueces y frutas con toques de naranja y limón.
Paladar: rico, acaramelado, con chocolate negro, nueces y pomelo.
Final: muy largo, semidulce.


SELECT RESERVE
Color: Dorado pálido.
Aroma: Roble americano, vainilla y coco, notas de ciruela.
Paladar: Sabor a malta intenso, un poco dulce, vainilla y cáscara de naranja.
Final: Largo y ligeramente especiado.



(En la foto parece malota, pero es un pan de maja...)

No hay comentarios: